Diseño
El diseño se compone de una serie de intermedios que lo vuelven un proceso muy complejo. Primero se implanta un problema que será resuelto utilizando este método y se establece una idea concreta de cómo solucionarlo. Segundo, se le añade a esta idea la creatividad, en esta parte se ven las mútiples maneraras de aplicar esa solución de una manera inovadora. El reto está en encontrar ese punto de enterjección entre ambos mundos.
El diseño es un método de solucionar problemas. Por ejemplo, el dilema es que la forma de las sillas estan causando dolores de espalda, para resolverlo se piensa una manera más ergonómica de construirla. Para almacenar se crearon los gabeterose, para que las personas con impedimentos puedan subir de una planta a otra, los elevadores o rampas, y así por el estilo. Toda situación tiene una solución que conlleva el diseño.
Después de tener nuestra solución aprobada y bien estructurada se crea o se renueva algo que solidifique nuestra idea, la cambiamos de algo que solo estaba en nuestra mente y la traemos al mundo físico. Hay una infinidad de posibilidades de crear algo que vaya acorde con nuestra solución y es ahí donde entra la creatividad (la habilidad de ver múltiples desenlaces). Esta parte del proceso tiene una limitación, la manufactura. Como le pasó a Charles Eames con su colega Eero Saarinen que hicieron este proceso al revés, crearon una silla hermosa, fuera de las ideas de su época, mas para aquel entonces era imposible manufacturarla.
Tor lo tanto, es aquí donde entendemos la relevancia del balance entre: la creatividad con la funsionlidad, la acción con los pensamientos, la pasión con la objetividad. Es importante hacer este objeto llamativo al público pero que efectivamente cumpla con su propósito. Si se encuentra ese equilibrio cumplimos con un proceso de diseño efectivo.
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